Cuando te preguntan de niño que
quieres ser con gran sonrisa y alegría dices “bombero”, “medico”, “profesor”, las razones a la elección suelen ser muy convincentes,
apasionadas, en cada contestación desean salvar el mundo. Nosotros también como
adultos se que lo deseamos.
Qué pasa cuando creces por lo
general? Cuantos podemos o no continuar con esa alma de niño? Con esa pasión? Con esa intensidad?, me
aferro a creer que la vida es un juego de alegrías, de creaciones, de pasión,
de aprendizaje, de darlo todo sin miedo, de reír, de caerse limpiarse las
rodillas del polvo y continuar porque es más importante jugar. En el transcurso de mi vida cada vez tengo con
más fuerza un mayor anhelo de ver crecer
mi niño y no dejarlo ir.
He conocido niños grandes en el
transcurso de este camino, y me saca una sonrisa el saber que estos niños
grandes mantienen esa emoción en la vida, de apasionarse, de correr a un columpio,
de explorar, del preguntar el porqué a todas las cosas, de dar soluciones por más
absurdas que parezcan, de aprender y crear con inocencia y naturalidad…
Pero no todo se mantiene así, la “madurez”
nos juega una mala pasada, la sociedad entra en una carrera por encontrar la
felicidad a través del “éxito” económico, el reconocimiento, satisfacciones efímeras,
seguimos maestría estudios, hacemos tesis con el afán de sacar un titulo que
simplemente nos dé el “status” que necesitamos y no merecemos para tener más,
no nos interesa cambiar el mundo, aprender, ni sonreír, mucho menos correr al columpio.
Y todo se vuelve una carrera acelerada para una muerte sin sentido y una vida sin
vida, creo que una muerte sin sentido de vida trae por añadidura un peso que no
podría llevar.
No deseo esa vida, y para mi ese
contexto no es vida, el conocimiento se
hizo para compartirlo y para crear cosas mágicas en esta realidad, la esencia
del crecimiento de un ser humano está en su espiritualidad, y en su poder
individual de generar cambio. Podemos hacerlo!.
Porque hacemos lo que no amamos? Esto solo nos llevaría
hacer gente amargada, mediocre que nunca alcance una verdadera realización, creo que todos debemos crecer y conservar ese
niño dentro, ese principio de ser felices, de ser bomberos, héroes, debemos permanecer
con el corazón de ese niño dispuesto amar sobre todas las cosas, sin miedo, a enamorarse,
a ver magia en un globo, en un paisaje, el ver la vida con ojos de niño nos
dará las herramientas para cambiar el mundo. Amemos! ! !
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